El miedo aun me mantiene prisionera. Quisiera no tener que mirar de nuevo aquella página del libro de mi vida,
no quiero sentir cómo el vacío de una mirada hueca pero brillante me absorbe. Si mis alas se cierran de nuevo, sé que
caeré de manera definitiva. No busco tu perdón, no necesito de ti, ya no te siento cerca y prefiero mantenerme así. Quiero
hacer de mi vida un desierto con arena de colores, quiero correr descalza entre las dunas de la vida quemándome los pies
y la nuca. Son solo pensamientos sueltos que me atan al piso irreal donde siempre he tambaleado, son cuerdas de cinta y no logro
encontrar las tijeras...la falta de oxígeno empieza a afectarme.
Dentro de mis pesadillas, está el matar la pasión. Prefiero los 5 minutos durante los cuales un incendio se vuelve una catástrofe, que pasármela respirando a fuego lento. Hay designos de la vida que nunca comprenderé, cosas que jamás
cambiarán, gente que, con voluntad muerta, jamás podrá llorar con la lluvia ni bailar con las llamas.No todo lo que los ojos desean provoca un latido real en el corazón.
Las volteretas y aquellos gordos "if"son necesarios para recordar por
qué resulta hermosa una lágrima negra en una noche de verano. El reto de tener una mirada que atrapar, un abrazo que sentir, un sentimiento que olvidar es la pieza clave del rompecabezas: sin ella, la imagen nunca estará completa, pero
a la vez es la más difícil de encajar, así que se la suele dejar al final. Y yo digo, no es mejor buscarle un puesto en lugar de dejar que el puesto la encuentre a ella?
¡Pura Vida!
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